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Trabajo con familias en Salud Mental
Temática:

Sobre el texto

Las enfermedades mentales producen alteraciones importantes en la forma de percibir, sentir, pensar y actuar de la persona que la padece y generan trastornos severos en su comportamiento y en su forma de relacionarse con los/as demás.

La aparición habitual al comienzo de la juventud supone además un fuerte impacto en el proyecto vital de la persona.

Esta situación, obviamente, repercute de forma significativa no sólo en la vida del afectado, sino también en el de su ámbito familiar inmediato, así como en el ámbito social más amplio.

Desde una concepción integral en salud, entendemos que la acción reparadora y de contención y cuidado de la persona con enfermedad mental (EM) implica la realización de una labor de equipo donde hay múltiples niveles institucionales y profesionales implicados, así como una intervención dirigida a varios frentes. Entre ellos, la familia ocupa un lugar fundamental, tanto como objeto de intervención sobre ella misma, por ser en algún sentido lugar de gestación de la propia enfermedad, como por las disfunciones generadas por la presencia de un miembro que padece una EM y las labores de atención y cuidado que implica.

Desde esta perspectiva, nos preocupan todas las disfunciones y malestares cotidianos que sufren estas familias; malestares que al no entrar en categorías nosográficas que merezcan un abordaje terapéutico quedan “normalizados” y sujetos (a pesar del desgaste y deterioro que producen) al consejo de resoluciones voluntaristas, sumado a exigencias omnipotentes en la función de contención de la familia.

Desde la Metodología de los Procesos Correctores Comunitarios (ProCC) se pretende generar un espacio de reflexión sobre la problemática de la presencia de una EM en el ámbito familiar y ofrecer algunas herramientas para la intervención con familias de personas con EM, desde el ámbito de Terapia Ocupacional.