En las consultas de Atención Primaria, médicos/as y enfermeras/os percibimos frecuentemente el malestar del/a cuidador/a principal, el malestar de las personas que tienen que hacerse cargo de cuidar a una persona mayor, enferma o dependiente. En su gran mayoría, los “cuidadores” son mujeres, esposas, hijas o nueras. Parece que “les toca a ellas”. Vemos que los malestares del/a cuidador/a se expresan a través de quejas, malestares o sintomatología propia, por la que directamente consultan, o como problemática que se hace visible al atender al/a enfermo/a en el domicilio o en consulta, poniendo en evidencia la sobrecarga y el malestar de la persona que se ocupa de su cuidado. Son cuestiones difíciles de precisar y satisfacer por los sanitarios.
