Los capítulos precedentes han mostrado como la intervención sobre los determinantes de la salud excede las posibilidades de intervención del sistema sanitario, y se relacionan con toda la organización social, política y económica de una sociedad. Las cosas parecen estar claras a nivel de conceptos y teorías, avaladas por las organizaciones sanitarias más importantes, que reconocen como la práctica comunitaria forma parte inherente de la concepción de Atención Primaria de Salud. La realidad marcha por otros derroteros. Hay una llamativa discordancia entre la realidad del desarrollo de AP y la falta de desarrollo de su vertiente comunitaria.
