Jóvenes

La flor de la vida, quién pudiera, no hay quién los entienda, ya no se puede hablar con ellos, no hacen nada, no hacen ni caso, generación nini, lo quieren todo ya, drogas, redes sociales, sexo, bulling, disfruta ahora…, no saben qué quieren, lo quieren todo fácil, me aburro, que pesao, déjame en paz, no seas motivao, falta de motivación, malotes, a mi que me compren la moto, pasividad, no sale de su cuarto, nadie me entiende…

Precariedad, sin proyecto de futuro, con posgrado y pobres, hoy con uno/a mañana con otro/a (o con todos), falta de compromiso, a los 30 aún en casa, el tupper de mamá.

¿Así es la vida?

La pubertad es una etapa crucial en el proceso de crecimiento del ser humano, donde se produce nada más y nada menos que la adquisición de la capacidad de procrear y la habilitación de la sexualidad genital. Este significativo e importante proceso, de notable impacto en la vida del ser humano, implica la transformación del cuerpo de niño o niña en un cuerpo con características adultas, cuando aún no lo es, con todo lo que ello supone. Se pasa de la mirada y mimo de la familia, a la apertura hacia los otros; a “salir” de la familia para abrir un ámbito de crecimiento con los iguales. Sin embargo, a este momento tan significativo, tan cargado de trabajo en la construcción de aprender a “salir”, se lo peyorativiza –“es la edad del pavo”- y todo lo vinculado a “salir” se carga de mensajes contradictorios que expresan la ambivalencia no resuelta de los padres/madres y que no ayudan como límite de crecimiento a los hijos e hijas.

Desde el Programa ProCC para púberes se generan espacios de reflexión acerca de la pubertad hoy, donde los y las púberes encuentran elementos de análisis que les permiten comprender el proceso que están viviendo con una mirada crítica, para construir alternativas saludables.

El día a día de los y las adolescentes normales hoy, es una realidad marcada por importantes dificultades: conflictos relacionales, dificultades con las normas y la autoridad, falta de hábitos, pasividad, escaso interés por los estudios, poca capacidad de esfuerzo, tendencia a conductas consumistas y adictivas y escaso desarrollo de la autonomía personal y social. Estas características generales influyen en el proceso de construirse como personas, en sus vivencias y las relaciones que establecen entre ellos y ellas generando un malestar que se naturaliza y normaliza como parte de la etapa.

Los Programas ProCC dan respuesta a la necesidad de espacios de reflexión para adolescentes que les permiten cuestionar lo naturalizado y establecido, en pos de la transformación y la búsqueda de alternativas saludables.

El cierre de la adolescencia y el inicio de la juventud implican la apertura a una etapa de construcción de proyectos vitales. Desde el ejercicio de la autonomía conquistada, los y las jóvenes materializarán elecciones en el ámbito relacional, de intereses, laboral. Se abre un bello proceso. Sin embargo, las circunstancias sociales actuales colocan a quienes viven esta etapa en una fuerte encrucijada, que pone en cuestión su propia autonomía. La propuesta de hoy perfila un sujeto indiferente, al que se le escapa el sentido de la vida, lo que supone un cierto vacío de existir y un quedar atrapados y atrapadas en la inmediatez de Proyectos, generalmente ligados al consumo.

Desde los Programas ProCC se generan espacios de reflexión para jóvenes, que les permiten recuperar un protagonismo activo, para enfrentar y resolver las contradicciones actuales.

¿Te interesa una intervención de este tipo o con este grupo de población? Cuéntanos y lo pensamos contigo.

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