Una sociedad como la nuestra, heredera de la ideología patriarcal y su articulación en el capitalismo, encuentra frenos a los ideales de equidad, independencia y justicia social, articulados desde el proyecto social cubano ,en los mitos, prejuicios que se estructuran como universo simbólico en torno a los géneros. En tal sentido ,el género masculino, amparado por supuestos privilegios, no solo ha sido víctima de asignaciones sociales hegemónicas, sino que ha quedado eximido de espacios sociales en los que puedan ser atendidos los malestares e insatisfacciones derivados de un ejercicio del rol que viene cobrando altos precios en la salud y el desarrollo pleno de este sector de población, fundamentalmente en períodos del ciclo vital en los que se dan condiciones propicias para que este desarrollo alcance su clímax, tal es el caso de la adultez media de la vida.
El presente estudio asume como propósito esencial caracterizar los Indicadores Diagnósticos de Población del varón adulto medio en Santiago de Cuba a partir de los presupuestos teóricos y metodológicos de los Procesos Correctores Comunitarios (ProCC), por ser una metodología que rescata la incidencia del contexto social en la salud humana, teniendo como premisa el examen científico de la vida cotidiana.
Se trabajó con un grupo de hombres de 45 a 59 años, detectándose serias distorsiones y contradicciones en la esfera de la sexualidad, relaciones de pareja, esfera familiar, que son emergentes no solo de los significados sociales instituidos en torno al ser varón, sino también de las elaboraciones imaginarias que pautan lo que significa ser un varón adulto medio. Los resultados obtenidos legitiman la necesidad de abrir espacios de reflexión grupal que desarrollen la capacidad instituyente de los varones, en función de la construcción de modelos de masculinidad que posibiliten el pleno desarrollo de los hombres.