La aparición de las benzodiacepinas (BZD) para el tratamiento de la ansiedad y el insomnio se consideró uno de los grandes avances en la terapia de las alteraciones psíquicas. En 1959 el clordiacepóxido y en1963 el diacepam aparecieron como fármacos con buen perfil de seguridad y tolerancia, y superaron en eficacia y seguridad a los barbitúricos (que eran más tóxicos, con más estrecho margen terapéutico y mayor potencial de dependencia).
