“Ella va muy contenta, pero yo estoy algo intranquila” , “¿Y si dice que no quiere ir?”, “¿Es normal que llore?”, “¿Cómo calmarlos?”, “No entiendo esto del proceso de adaptación ¡vaya lío!”, “Iba tan feliz pero ya no quiere ir más”…
Las madres y los padres tienen generalmente muchas ganas de que sus hijas e hijos inicien la experiencia de la escuela, donde transitarán un mundo nuevo de estímulos, amiguitos, amiguitas y juegos de la mano de “andereño”.
Pero también sienten pena y algunos temores ante esta nueva realidad. Niñas y niños también se fascinan por ese espacio lleno de colores y promesas de pasarlo bien…pero ¡ay! ¡Cómo soltar la mano segura de ama o aita! ¡Es un importante desprendimiento! Pero es que crecer es un camino de sucesivas separaciones y, desde las pautas de crianza normalizadas, no siempre están claros los criterios y los límites necesarios para ayudar en ese proceso.
Por ello ofrecemos un espacio de reflexión sobre lo que implican las separaciones en el proceso de crecer y las formas de sostenerlas, para sentir más seguridad en el acompañamiento de estos primeros pasos de la escolarización.