¿Cómo transformarnos y transformar la sociedad a partir de ser hombres y mujeres enteramente capitalistas, construidos/as con las lógicas del capital?
Esto nos sitúa en el decir de Brown (1975, contratapa), “en la necesidad de sentar las bases de una praxis que ligue los contextos micro y macro sociales y transforme la realidad interna no menos que la externa”.
Nos enfrentamos aquí con una gran asignatura pendiente en el ámbito de la intervención político-social, que tiene que ver con el modo en que se soslaya, cuando no se desprecia como problema menor o sujeto al ámbito de la responsabilidad de cada uno/apara con su vida, el tema de la propia subjetividad en juego, construida con las mismas categorías de aquello que se pretende transformar.